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31 may 2010

Alerta !!! envases reciclados para alimentos


Una sociedad madura que pretende asegurar la Seguridad Alimentaria de sus integrantes, debe estar preparada para defenderse con recursos técnicos y profesionales de modas, hábitos y costumbres que, en ocasiones disfrazadas de tradiciones, ecologistas o falsas tendencias naturistas, atentan contra la salud de los consumidores, especialmente, con los sectores con menos instrucción.

Quienes de nosotros no ha escuchado frases semejantes a “…leche pasteurizada ?, antes nosotros tomábamos la leche al pie de la vaca y nadie se enfermaba”, quizás si les preguntamos a las más de 800 personas que se enferman por año sólo en los Estados Unidos por consumir lácteos no pasteurizados no piensen lo mismo. Ni hablar de las miles de muertes que se evitaron a causa de tuberculosis, fiebre tifoidea, listeriosis y difteria luego de la difusión de la pasteurización (1864).

Cualquiera que haya transitado por las rutas de Latinoamérica, ha podido ver una desordenada oferta de embutidos, frituras, panificados, bebidas de las que hay una extraña idea que, por ser “artesanales” y “no tener químicos” son totalmente sanos, sin importar si quien las preparó guardó las mínimas condiciones de higiene, limpieza y conservación.

En el mismo sentido se encuentra la utilización de material reciclado para la elaboración de envases para alimentos. Nadie duda que reciclar es importante para economizar energía y minimizar la polución de las aguas y el talado de los árboles. Sin embargo, la mayoría de las veces el material resultante de un proceso de reciclado no está en condiciones de ser usado en contacto con alimentos. Efectivamente, hay evidencias que el papel y el cartón reciclados contienen contaminantes de diversos orígenes, los cuales pueden ser transferidos a los alimentos en contacto con estos materiales. Además, se sabe que existe un incremento en la concentración de metales pesados en productos reciclados. Otro tanto ocurre con los plásticos.

Hay un concepto muy importante: migración. La migración es el pasaje de sustancias propias del envase o del exterior a su contenido, el alimento. Los envases fabricados a partir de papel virgen presentan valores muy bajos de migración, aparte de sus propiedades inherentes a su constitución física y química, en su elaboración se emplean muy pocos aditivos. Sin embargo en los papeles reciclados pueden existir una gran cantidad de aditivos dado que cuando el material se diseñó originalmente no estaba pensado para estar en contacto con alimentos. Así en un material reciclado se pueden encontrar residuos de tintas las cuales suelen contener una gran cantidad de sustancias riesgosas para el consumidor, a saber, biocidas, conservantes, tensioactivos, pigmentos todos ellos pudiendo ser potencialmente tóxicos e incluso muy tóxicos.
Además de las tintas, seguramente se encontrarán restos de adhesivos, ceras, impermeabilizantes, blanqueantes a base de cloro entre otras sustancias peligrosas. Hay que tener presente que la responsabilidad en estos casos no es del fabricante de tintas, cartones o papel, sino que originalmente estos materiales fueron diseñadas con otro fin que el convertirse en un envase para contener un alimento. También inciden fuertemente sobre la migración las características del alimento contenido, así favorecen la favorecen altos contenidos de grasas y aceites y elevadas temperaturas. Si desean un ejemplo de un cóctel peligroso, la próxima vez que pidan una pizza a su casa observen con detenimiento ese cartón grisáceo que suele contenerla, seguramente podrán observar fibras coloreadas, trozos muy pequeños con brillos metálicos: signos inequívocos que este envase fue fabricado con cartón reciclado. A esto sumémosle el alto contenidos de aceites de nuestro apetitoso alimento y para completar la fórmula siempre deseamos que llegue a nuestro hogar lo más caliente posible.

Salvo, quizás, en USA donde la FDA es más concreta a este respecto, en el resto del mundo la legislación aplicable se parece más a una declaración de buenas intenciones que a una norma jurídica verdadera.

Dejemos el papel y pasemos a los plásticos. El polietiléntereftalato (PET) sigue siendo el material más utilizado en la fabricación de envases para bebidas y una gran cantidad y variedad de alimentos. El PET reciclado se puede clasificar en dos grupos:
 PET recuperado: puede contener restos de sustancias absorbidas en el plástico provenientes, fundamentalmente, del uso indebido del envase (contenedor de pesticidas, combustibles, pinturas). Además durante el tratamiento térmico es muy posible que se desarrollen otros químicos de toxicidad medianamente alta, sea por degradación del plástico mismo o de los citados contaminantes.
 PET-PCR o PET post-consumo reciclado: luego del reciclado es sometido a un proceso de descontaminación.

Asimismo los envases que se fabrican con estos materiales pueden clasificarse en dos grupos principales:
 Monocapa: toda la pared del envase está conformado por un material único. Si ese material es PET recuperado, existe gran posibilidad que contaminantes de variada toxicidad pasen al alimento. Lo más seguro tanto del punto de vista de la seguridad alimentaria como de la resistencia mecánica y que, a la vez, es más económico que el PET 100% vírgen es la utilización de una mezcla de éste con PET-PCR
 Multicapa: el material del envase está constituído por PET recuperado, mientras que la capa en contacto con el alimento es de PET vírgen.

En el campo de los plásticos reciclados la legislación está algo más avanzada. En todo el mundo el esfuerzo se centra en la definición de límites para el contenido en monómeros, esto es, moléculas livianas y que, por lo tanto, tienen mayor posibilidad de migrar. En Europa la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) obliga a advertir al consumidor en el rótulo del alimento que el envase proviene de material reciclado y que cuenta con una declaración de conformidad. En el MERCOSUR se dispone de una legislación que data del 2007, es imperante una actualización de la misma.

En síntesis los materiales reciclados, muy amigables con el medio ambiente, corren un elevado riesgo de no serlo con nuestra salud, cuando los mismos conforman el material con que se construyen los envases de los alimentos que consumimos. La legislación tienen que ir avanzando al mismo paso que lo hace la tecnología, de lo contrario se corre serio riesgo de estar legislando materiales y procesos que ya no se utilizan o han quedado totalmente obsoletos.

FUENTES:

Envases de papel y cartón para alimentos: riesgos del reciclado, Colin Chavez et Al, AlimenPack, Julio 2009
Hacia el uso de plásticos reciclados, INTI Revista Saber Cómo, N°66, Julio 2008

2 comentarios:

  1. Excelente nota, deberías mandarla a los diarios

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  2. Hola por favor, queiro saber si hay normas internacioneles que permitan el uso de los materiales reciclados para la utilizacion en elaboracion de envases para alimentos, sobre todo plasticos???? gracias.

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